Sentir 04: Mi Sesion de Chocolaterapia

MI SESIÓN DE CHOCOLATERAPIA

Me llamo Romaxu y voy a contaros una experiencia increíble que tuve hace unos años.

En aquella época, yo era menor de edad y acababa de cumplir los 17 años.

Reconozco que el relato que os voy a contar está algo adornado por mis sensaciones y buenos recuerdos.

Sacar vuestras propias conclusiones.

Empecemos…

Tengo una amiga llamada Miriam, que no sabía que regalarme para mi cumpleaños, y se le ocurrió la “genial” idea de llevarme en su coche, a un Balneario.

Ella era algo mayor que yo y no había problema con el carnet.

Yo no tengo.

No recuerdo el nombre del Balneario y mejor no decir donde estaba. Jajaja.

No le di importancia al lugar.

Solo pensaba en pasárnoslo bien y disfrutar.

Ella me quería invitar a una sesión de Chocolaterapia.

Mi amiga Miriam, había oído que era algo muy gratificante y quería que fuésemos las dos, para ver que se sentía, y de paso, pasar un día divertido juntas.

Nada más llegar… Acudimos a recepción.

Estaban atendiendo a otras personas delante de nosotras y tuvimos que esperar.

Mientras esperábamos…

Romaxu:

Amiga… Esto de la Chocolaterapia…  ¿Que dia-blos es?

Yo nunca he oído hablar de estas cosas.

Se que el chocolate está bueno para comer… ¡¡¡Pero para pringarse el cuerpo…!!!

Miriam:

No te preocupes… Romy. Me han dicho que es una pasada.

Con un pincel te van poniendo chocolate caliente por todo el cuerpo y la sensación es muy agradable.

Me lo dijo una prima mía que estuvo aquí y con la que tengo mucha confianza.

Romaxu:

¡¡¡Coomoo…!!!

¿Por todo el cuerpo…?

Entonces…

¿Hay que desnudarse todaaa?

Que vergüenza me vas a hacer pasar. XD.

¿No será un chico el que nos atenderá?

Miriam:

No te preocupes… Romy.

Tienes que dejarte la ropa interior.

Las braguitas.

Al rato la recepcionista nos llama a las dos.

Recepcionista:

¿Sois Miriam y Romaxu…?

Habéis venido puntuales.

Tenéis al final de este pasillo, vuestros dos cuartos.

Uno para cada una.

Iros para allá y ahora irán a atenderos.

Ni cortas, ni perezosas vamos para allá.

Yo la verdad es que estaba algo avergonzada.

Eso de desnudarme delante de alguien, no lo llevaba muy bien.

Estaba a punto de arrepentirme.

Cuando entro en el cuarto... Ya me estaba esperando una chica.

Había una luz tenue y se oía una música muy relajante.

Aunque me gustó mucho el ambiente, me costaba relajarme.

Masajista:

¡Buenos Días... Srta Romaxu!

Normalmente solemos hacer la sesión al completo. Pero si tiene algún prejuicio, dígamelo y no tocaré esa zona.

Vengo en un momento.

Mientras… desnúdese y túmbese en esa camilla.

Mejor sería que se quitase el sujetador.

Déjese si quiere las braguitas.

Mientras la chica se va... Yo me quito los vaqueros, la blusa y el sujetador.

Voy a la camilla y me tumbo boca abajo.

La verdad es que estaba muy nerviosa.

Al rato, viene la chica con un cuenco de chocolate que echaba vapor, de lo calentito que estaba.

Olía muy bien y parecía chocolate negro. Del que más me gusta. XD.

¡Vaya desperdicio de chocolate con lo bueno que está!

Masajista:

La veo muy nerviosa… ¡Cálmese Srta!

Notará mucho calorcito. Pero no padezca que yo llevaré cuidado.

No se quemará. Tranquila.

Empezaremos ya.

Si le molesta alguna zona… Dígamelo.

Al poco, la chica coge un pincel y empieza a pintarme por una de mis piernas.

No se como explicar la primera sensación…

Fué como si me hubiese dado una corriente eléctrica de alto voltaje por todo mi cuerpo.

Desde la primera pincelada me daba la electricidad. XD.

Era una sensación muy agradable y excitante.

¿He dicho excitante…?

Pues no me esperaba que fuese a suceder de esta manera..

A medida que iba subiendo por mis piernas, mi excitación iba subiendo más y más.

Tenía que disimular como fuese, para que la chica no se diese cuenta. XD.

Estaba totalmente a merced de esa sensación que me estaba poniendo a 1000.

Luego me puso en la espalda y me preguntó si quería que me pusiera chocolate en el culete.

¡¡Ostraass!! Toda excitada le dije que sí.

Ni corta ni perezosa también me pintó esa zona con abundante chocolate.

Empecé a perder la noción del tiempo y me concentre totalmente en esa mezcla de ASMR y excitación sexual.

Después… Mientras estaba pintándome la espalda, noté como el chocolate calentito de mi culete se iba bajando a aquella zona tan sensible que tenemos las chicas.

Llevaba unas braguitas muy caladitas y ello ayudó a que se derramase por ahí.

Creo que tuve el mejor xxxxxxx de mi vida. (Censurado)

Lejos de calmarme. Yo seguía excitada.

Cuando me puse boca arriba, ya vi que mi “pequeña ropa interior” estaba llena de chocolate.

La chica empezó de nuevo por los pies e iba subiendo.

Yo… otra vez a 1000.

Vine al Balneario toda avergonzada… y ahora no quería que eso se acabase.

El calorcito de ese chocolate me excitaba muchísimo.

Quizás es por eso que dicen que el chocolate es un gran afrodisíaco. Jajaja.

Cuando llegó a mis pechos fue algo indescriptible.

Al notar el chocolate caliente, se quedaron como dos bloques de granito.

Mi cuerpo parecía un terremoto, como si me estuviese electrocutando.

Me pintó hasta el pelo… XD.

Me miraba a mi misma y parecía un “conguito” con una gran calentura.

Cuando la chica terminó de chocolatearme… me dijo que estaría así unos 30 minutos y después tendría que ducharme.

Que tenía que irse un momento y que me avisaría.

Yo le pregunte si ese chocolate estaba bueno para comer y me dijo que sí.

Entonces me dejó el cuenco con lo que había sobrado.

Pasé mis dedos por mi piel, lo probé, y la verdad es que estaba bueno.

Eso si… Estaba bastante calentito, pero no estaba dulce.

Cuando la chica se fue, le di un buen repaso al cuenco.

Luego… Ni corta, ni perezosa, cogí el chocolate que todavía quedaba y me la metí en esa zona que estáis pensando. (Censurado)

No se cuantos de “esos” tuve. (Censurado)

Acabe exhausta.

Por desgracia, la media hora pasó enseguida y la chica me mandó a la ducha.

Cuando empecé a notar el agua caliente de la ducha, el chocolate empezó a derretirse bajando a esa zonita  y por supuesto… (Censurado)

Ya me visto y salgo fuera a ver a mi amiga Miriam.

La noté toda colorada.

La verdad es que las dos estábamos con los mismos calores.

No nos dijimos gran cosa. Pero era evidente que habíamos tenido la misma experiencia.

Yo llevaba un pantalón vaquero ajustado y reconozco que hasta me costaba andar con la excitación que todavía me quedaba.

Ya de vuelta a casa, en el coche lo terminamos hablando, y efectivamente le sucedió lo mismo que a mí.

FIN- THE END

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Espero no haber excitado a más de uno o una…
Confieso que esa era mi intención. Jajaja.

Saludos a tod@s y espero vuestros comentarios.

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